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Guía completa para tratar la fiebre en niños

La fiebre es un mecanismo de defensa normal del cuerpo que se activa para luchar en la mayor parte de las ocasiones contra una infección. Consideramos que el niño tiene febrícula cuando su temperatura medida con termómetro en la axila es superior a 37 grados y denominamos fiebre cuando llega a los 38 grados.

Tratamiento de la Fiebre:

  • Mucho líquidos: Es crucial ofrecer líquidos con frecuencia para prevenir la deshidratación debido al aumento de temperatura corporal.

  • Baño templado: Si el niño desea bañarse, se puede utilizar agua templada. No es necesario enfriar el agua. Las compresas con alcohol no son recomendables.

    Se debe buscar que el niño esté confortable, arropándolo o quitándole exceso de ropa. 

  • No forzar el comer: Si el niño no tiene apetito no forcéis a comer.

  • No es necesario tratar la fiebre en sí, sino el malestar que pueda causar. Si el niño tiene fiebre pero se encuentra bien, no es necesario medicar. No hay que bajar la fiebre a toda costa. 

    • Los medicamentos analgésicos-antitérmicos como paracetamol o ibuprofeno pueden administrarse si el niño está incómodo. Estos medicamentos alivian pero no curan la fiebre. Para calcular la dosis entra aquí.

    • No alternar antitérmicos: No se recomienda el uso simultáneo o alternante de dos antitérmicos, ya que puede llevar a intoxicaciones por errores de dosificación.

    • No usar Aspirina: El uso de ácido acetilsalicílico (Aspirina®) está desaconsejado en niños y adolescentes debido al riesgo de síndrome de Reye, especialmente durante varicela y gripe.

Cuándo Consultar al Pediatra:

Según la edad:

  • En menor de 3 meses: si tiene menos de 3 meses.

  • Si el niño tiene entre 3 y 6 meses y la temperatura supera los 39 ºC

Según los síntomas y duración:

  • Si está más de 2-3 días con fiebre: si la fiebre dura más de 48-72 horas.

  • Si tiene 40 ºC con cualquier edad

  • Mal estado general: muestra irritabilidad, somnolencia, decaimiento, dificultad para respirar, erupción en la piel, piel grisácea

  • Manchas rojas que no desaparecen con la presión (petequias) 

  • Convulsión o pérdida de conocimiento

  • Dolor de cabeza intenso: Si va acompañado de dolor de cabeza intenso que no desaparece con analgesia o si va acompañado de vómitos

  • Articulación inflamada o cojera

Estas recomendaciones son generales, y el sentido común debe prevalecer. La consulta con un pediatra es crucial para la evaluación individual de cada caso.

Fuente:
Asociación española de pediatría

(*) La información ofrecida en NIBA PEDIATRAS está basada en recomendaciones oficiales de la Asociación Española de Pediatría y revisadas por nuestros pediatras. No debe usarse como sustituta de la relación con tu pediatra, quién, en función de las circunstancias individuales del paciente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí establecidas.