Extracción de leche materna

 

Extraer la leche materna es una opción práctica en diversas situaciones, como cuando hay problemas con la lactancia directa, separación temporal del bebé, necesidad de aumentar la producción de leche, o para aliviar la sensación de plenitud en el pecho. Es una forma efectiva y segura de asegurarte de que tu bebé recibe tu leche incluso cuando no estás cerca.

¿Cómo extraer la leche?

Existen varias formas de extraerse la leche y cada madre debe escoger la que mejor le funcione:

Extracción manual: 

  • Realizaremos un masaje circular con la yema de los dedos, haciendo hincapié en las zonas más tensas. 

  • Frotaremos la mama rodando de atrás hacia delante, sin comprimir fuerte ni “aplastar”. Después, sacudiremos la mama de un lado a otro durante unos segundos. 

  • Con los dedos pulgar e índice en forma de “C” los colocaremos a 2cm por encima y por debajo del pezón; presionaremos hacia atrás e intentaremos juntar las puntas de los dedos presionando (exprimir). 

  • Rotaremos la posición de los dedos y volveremos a exprimir. No conviene estirar del pezón

Extracción con sacaleches: 

  • Conviene situarse en una postura cómoda, en un ambiente cálido y tranquilo, con el bebé cerca si es posible, y si no lo es, con una foto o algún objeto suyo. 

  • Montaremos el sacaleches de acuerdo a las instrucciones del fabricante. 

  • Masaje mamario antes de iniciar la extracción. 

  • Colocaremos el pezón en el centro del embudo. Iniciaremos la extracción con succiones rápidas y cortas. Pasarán unos minutos antes de que salga leche (en este momento, puedes notar que el pecho se endurece y sentir un cosquilleo) Cuando comience a salir leche, la succión será más lenta y mantenida, con mayor potencia (el pezón se cuela por el cuello del embudo.)

  • No debes hacerte daño: para evitarlo modula la intensidad de la succión y/o recoloca el pezón en el centro del embudo del sacaleches. Hay embudos adecuados para cada tamaño de pezón. No debe rozar porque la fricción puede hacerte una grieta. 

  • El masaje mamario durante la extracción facilita el vaciado de las diferentes zonas del pecho. Insiste en las zonas del pecho más duras, pues es donde hay más leche almacenada. De esta manera la leche sale más fácilmente y más rápido.

  • Cuando deje de salir leche cambia de pecho y realiza la misma maniobra.

  • Cuando haya terminado con el segundo pecho, es posible que si vuelves al primero obtengas algo más de leche. Y después con el segundo otra vez. 

  • Si no amamantas al bebé, conviene que extraigas la leche cada 3 horas, pudiéndolo espaciar durante la noche a cada 5 horas, salvo que tu profesional de apoyo a la lactancia te dé otra recomendación.

Fuente: Asociación Española de Pediatría

 

La información ofrecida en NIBA PEDIATRAS está basada en recomendaciones oficiales de la Asociación Española de Pediatría y revisadas por nuestros pediatras. No debe usarse como sustituta de la relación con tu pediatra, quién, en función de las circunstancias individuales del paciente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí establecidas.

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