Percentiles y gráficas de crecimiento
El crecimiento de los niños es un proceso variable y depende de diversos factores, incluyendo el potencial genético, sexo, nutrición, actividad física y salud en general. La evaluación del crecimiento se realiza a través de mediciones como peso, longitud, perímetro cefálico, talla y el índice de masa corporal (IMC). Estos datos se analizan en comparación con niños de la misma edad (percentiles) y con las mediciones del propio niño a lo largo del tiempo (gráficas de crecimiento), de forma que se pueda ver evolución, cambio de ritmo etc.
Hasta los dos años, se medirá el peso, la talla (medida de pies a cabeza) y el perímetro cefálico. A partir de los dos años, se deja de medir el perímetro cefálico y se incorpora el Índice de Masa Corporal (IMC). Es importante el control de estos parámetros en las revisiones con tu pediatra para identificar cualquier variación que pueda sugerir cualquier problema de salud.
Percentiles:
Representan la posición relativa de un niño frente a otros de la misma edad. A mayor percentil, mayor tamaño en relación con los niños de su misma edad. No indican por sí solos el estado de salud. Sirven para detectar problemas de crecimiento de forma precoz.
Se considera "normal" que oscila entre percentil 3 y 97. Los niños sanos pueden crecer por debajo del percentil 3 sin problemas. Estar en un percentil alto o bajo no determina la salud del niño. Lo que necesita de interpretación es la oscilación de rango. Es decir, si tu hijo ha estado siempre en percentil 55 y de repente está en un 20, requiere atención de tu pediatra.
Curva de Crecimiento:
Son útiles para el seguimiento del crecimiento del bebé a lo largo del tiempo.
Es importante conocer la velocidad de aumento del peso y la talla.
Las variaciones en la curva pueden requerir interpretación del pediatra.
Fuente: Asociación Española de Pediatría
La información ofrecida en NIBA PEDIATRAS está basada en recomendaciones oficiales de la Asociación Española de Pediatría y revisadas por nuestros pediatras. No debe usarse como sustituta de la relación con tu pediatra, quién, en función de las circunstancias individuales del paciente, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí establecidas.